Es probable que ya habrás oído hablar del consultor y sabes
que es una de las profesiones que ha llamado mucho la atención de varias
personas, pero ¿sabes realmente quién es
ese profesional?
Consultor
es un profesional que domina un tema
específico y utiliza su conocimiento para ayudar a otras personas.
Hoy
en día, hay varios tipos de consultores en el mercado y la demanda de estos
profesionales es cada vez mayor.
En
este texto, vamos a explicar detalladamente lo que ese profesional hace y qué
habilidades necesita una persona para trabajar en esa área.
Si
tienes interés en convertirte en un consultor, estos consejos te ayudarán a
descubrir si tienes el perfil y qué cosas necesitas para desarrollarlo.
Si
tu idea es contratar a un consultor para ti o para tu empresa, vamos a
mostrarte exactamente lo que debes buscar al momento de la contratación.
¿Cuál es el
papel del consultor?
El
objetivo de una consultoría, independientemente del área de actuación, es ayudar al cliente en un asunto que no tiene suficiente
conocimiento para resolverlo por sí mismo.
Este
cliente puede ser una empresa o una persona física, lo que lo define es la
búsqueda de alguien con autoridad en algún nicho de interés para dar respuesta
a sus necesidades.
El
proceso puede ser hecho por un profesional o un equipo compuesto por varios
consultores especializados en el ramo, lo que es común encontrar en grandes
empresas que brindan asesorías o consultarías.
El
papel del consultor es amplio, pero éstas son algunas de sus principales
funciones:
·
diagnosticar
problemas o aspectos que pueden ser optimizados;
·
definir
las soluciones y mejoras que deben realizarse;
·
establecer
metas;
·
trazar
caminos para alcanzar los resultados.
Las 9
características de un buen consultor
Un
consultor debe tener algunas características para llevar a cabo un buen
trabajo.
Sin
ellas, es difícil responder a las demandas exigidas por el trabajo y
convertirse en una referencia profesional en el área.
Sin
embargo, no todo el mundo nace con todas estas habilidades, pero la mayoría de
ellas pueden ser desarrolladas y perfeccionadas con mucho estudio, práctica y
experiencia.
Te
presentamos a continuación 9 características que necesitas tener o desarrollar
para ser un consultor:
- 1.
Ser coherente
- 2. Tener visión
macro y sistémica
- 3. Conocer tus
límites
- 4. Involucrar a
todos en un proyecto
- 5. Saber
adaptarte al tiempo determinado
- 6. Compartir los
logros con quien se lo merece
- 7. Tener
conocimientos específicos
- 8. Identificar
oportunidades
- 9.
Ser creativo
1. Ser coherente
El
consultor trata con personas diariamente, por lo que necesitas tener una buena
comunicación para transmitir tu conocimiento y orientar a los clientes de la
mejor manera posible.
Si el
trabajo está destinado a empresas, puede que tengas que enfrentar divergencias
entre los objetivos de la organización y las quejas de los empleados, lo que
demanda aún más articulación.
El
consultor debe tener esa habilidad para ganarse la confianza de las personas,
transmitir seguridad, profesionalismo y comprender exactamente lo que necesita
hacer para entregar buenos resultados.
2. Tener visión macro y sistémica
Muchas
veces un consultor es contratado para resolver un problema específico. Sin
embargo, al comenzar el trabajo te enfrentas a varias otras cuestiones que
interfieren en el objetivo final del cliente.
Si no
tienes una visión amplia, corres el riesgo de trabajar de manera superficial,
ignorando aspectos importantes.
El buen
consultor es aquel que ve a su cliente o a la empresa como un todo,
considerando todas las ramificaciones del problema identificado y todos los
involucrados en esa situación.
3. Conocer tus límites
Es
importante recordar que el consultor es alguien con autoridad
en su nicho, pero eso no significa que lo sabe todo y no puede tener dudas o
dificultades.
Por eso,
es fundamental que sepas hasta dónde puedes llegar y cuándo tienes que pedir
ayuda o rechazar un trabajo.
Además, es
necesario que identifiques también hasta dónde puedes ir durante un proceso de
consultoría sin extrapolar lo que se ha planeado o lo que es coherente con el
servicio contratado.
¡Es
preferible ser transparente que no poder ofrecer lo mejor o frustrar las
expectativas del contratante! Además no es ético, porque el consultor pierde la
oportunidad de fidelizar a los clientes que podrían contratarlo de nuevo en
otras oportunidades o incluso recomendar su trabajo a terceros.
4. Involucrar a todos en un proyecto
En el caso
de ser 1 consultoría con más de un cliente, el consultor necesita tener la
sensibilidad necesaria para incluir a todos los involucrados en el proceso.
En una
empresa, por ejemplo, puede ser que la contratación haya ocurrido para
implementar un nuevo proyecto. Entonces, el consultor debe evaluar cuidadosamente
todo el funcionamiento organizacional, para comprender qué áreas se verán
afectadas por el cambio.
Después de
ese diagnóstico, debe hacer que todos participen en el proceso para que no haya
fallas a la hora de la ejecución de las acciones definidas.
Todas las
personas relacionadas con el área en cuestión deben sentirse valoradas y oídas,
pues solo así tendrán motivación para contribuir al crecimiento empresarial.
5. Saber adaptarte al tiempo determinado
Una de las
cosas a las que el cliente suele dar más valor es el tiempo de duración de una
consultoría. Quien contrata este tipo de servicio, suele tener prisa para ver
resuelto su dolor.
¡Claro que
no siempre el consultor logra trabajar dentro del período que el cliente
espera! Al final, generalmente quien contrata no sabe lo que debe hacerse en
esa situación y, por eso, no tiene conocimiento del tiempo que requiere
alcanzar el resultado final.
Sin
embargo, lo cierto es que el consultor debe ser claro con el cliente sobre el
tiempo que se insumirá para completar el proceso y, lo más importante, que cumpla
los plazos determinados.
6. Compartir los logros con quien se lo merece
Cuando un
cliente contrata a un consultor, está buscando un conocimiento específico que
no tiene y no está dispuesto o con tiempo suficiente para obtenerlo por su
cuenta. Sin embargo, el proceso solo ocurre si existe la colaboración de todos
los involucrados.
El buen
consultor es aquel que sabe que hace lo mejor, pero también reconoce y comparte
los logros con quien colabora para que se cumpla la planificación.
Es
importante saber dar ese feedback y reconocer que la consultoría no es trabajo
de un individuo solo, sino de todo un sistema que involucra al profesional, al
cliente y a todas las demás personas implicadas por los cambios.
7. Tener conocimientos específicos
El
profesional que desea destacarse en el mercado necesita buscar conocimientos
particulares, que sean exactamente la solución que su nicho busca.
Saber
asuntos más amplios es interesante para tener una base más grande y poder
atender a diferentes clientes. Sin embargo, si te especializas en un área,
aumentas las posibilidades de convertirte en referente y ganar visibilidad.
Vamos a
suponer que el consultor decide trabajar en el área de organización. A muchas
personas les puede interesar este servicio, pero pueden desconfiar de la
habilidad del profesional para resolver el problema específico que presentan.
Sin
embargo, si te especializas en la organización de ambientes domésticos con
niños, por ejemplo, la cantidad de personas implicadas puede incluso ser menor,
pero el trabajo realizado tendrá más calidad y asertividad. Estas dos
características son fundamentales para el éxito del consultor.
8. Identificar oportunidades
Quien
trabaja con consultoría no puede esperar que los clientes llamen a su puerta.
Es necesario tener ambición y buscar las mejores
oportunidades de trabajo.
El
consultor debe invertir en networking y transitar por eventos, foros y grupos
sobre el tema para hacerse conocido, divulgar su trabajo y obtener la confianza
de posibles clientes.
Además,
debe estar atento a las tendencias y demandas de su público para adaptarse y
posicionarse frente a la competencia.
La
identificación de oportunidades depende de mucho estudio y dedicación, pues el
mercado prioriza profesionales actualizados, que se disponen a cambiar lo que
sea necesario para ofrecer siempre lo mejor.
9. Ser creativo
Quien
trabaja con consultoría se enfrenta a varias situaciones diferentes que, por
consiguiente, necesitan enfoques únicos y personalizados.
Para poder
hacer frente a esta diversidad, el consultor tiene que saber usar su
creatividad y crear planificaciones estratégicas diferenciadas y motivadoras.
¿Recuerdas
que hablamos de cómo es importante la participación de todos los involucrados?
Con un
profesional que se esfuerza para traer nuevas miradas, prácticas y herramientas
al proceso, todo se hace más fácil. Así las personas ven más ventajas en
aportar al cambio.
El
consultor debe ser creativo también para presentar y divulgar su servicio.
Profesionales desfasados que no le entregan nada innovador a
los clientes acaban perdiendo espacio en el mercado.
Tipos de consultoría
Los
profesionales de varias áreas pueden trabajar desarrollando consultorías, se
trata simplemente de elegir un tema que dominan y encontrar una audiencia
interesada en lo que ofrecen.
Sin
embargo, existen algunas ramas en las que es más común encontrar consultores y
personas interesadas en este servicio, que son los ejemplos que presentaremos a
continuación.
1. Consultor de Ventas
Este tipo
de consultor suele ser contratado para ayudar a aumentar la facturación y
la optimización de los procesos de ventas de una empresa o
emprendimiento.
La
contratación puede ocurrir porque el equipo no está alcanzando los resultados
esperados, la empresa quiere implementar una nueva manera de abordar al cliente
o porque necesita cosechar frutos más expresivos en un corto período de tiempo.
Existe,
además, la posibilidad de que un emprendedor contrate a un consultor de ventas
para auxiliar en el proceso de comprensión del mercado, prospección de clientes
y divulgación de productos.
En el
inicio de un negocio propio puede ser difícil
contratar a una persona solo para esa función, con lo cual el consultor acaba
siendo una opción ventajosa para aquellos que emprenden.
2. Consultor de marketing
Si para
los usuarios ya es difícil mantenerse al tanto de las innumerables novedades
tecnológicas, imaginemos para las empresas, que necesitan planear
detalladamente cada acción de marketing realizada.
El
consultor de marketing es quien puede ayudar a su cliente a identificar mejor
el perfil de su público, trazar las mejores estrategias para destacarse en el
mercado e impulsar las ventas.
Este
consultor trabaja en la construcción de planes para aumentar el alcance de
audiencia, en el estudio de la competencia, sugerencias de contenido y canales
de comunicación ideales para cada acción.
Si una
empresa no está alcanzando los resultados que esperaba con su equipo de
marketing o necesita orientación para saber por dónde empezar, ese es el
profesional indicado.
3. Consultor financiero
El
consultor financiero es el profesional preparado para ayudar al cliente a
manejar el dinero de forma más sana, ya sea una persona física o una empresa.
El
consultor financiero trabaja ayudando al cliente en el control
de finanzas, elección y realización de inversiones, recuperación de
problemas financieros, entre otras cuestiones que involucran la gestión del
dinero.
No siempre
el motivo de un fracaso en un negocio es una persona endeudada o la falta de
dinero. A menudo el problema es la falta de conocimientos sobre el tema,
dificultades para ajustar los ingresos/renta a los gastos o incomprensión de
las oscilaciones del mercado, en el caso de las empresas.
4. Consultor de gestión empresarial
Muchas
empresas recurren a un consultor externalizado para ayudar en la mejora de sus
procesos internos.
Esto
sucede no por falta de confianza en su propio equipo, sino por la necesidad de
una mirada desde fuera, de alguien capacitado para manejar una situación
atípica y específica.
Un buen
consultor de gestión empresarial logra ver lo que no siempre es visto por los
empleados, ya que éstos están muy involucrados en la rutina y en las demás
exigencias del trabajo.
5. Consultor de Recursos Humanos
El área de
recursos humanos ha ganado cada vez más visibilidad dentro del mundo de los
negocios. Sin embargo, no todas las empresas tienen el conocimiento necesario
para implementar los mejores procesos de entrenamiento, desarrollo y gestión
de personas.
En estos
casos, el consultor asume la responsabilidad de contribuir a que los objetivos
organizacionales sean alcanzados.
Este tipo
de consultor debe ayudar en la implementación de procedimientos más asertivos,
para que los profesionales estén debidamente capacitados y motivados de manera
que entreguen los resultados esperados por la organización.
¿Qué tal trabajar con consultoría?
Por ser un
trabajo muy solicitado, la consultoría puede ser una excelente opción para
quien quiere trazar nuevos caminos en la carrera o necesita generar una renta
extra.
Si te has
identificado con algunas de las características que presentamos, puedes empezar
a usar todo tu conocimiento profesional para ofrecer consultorías. Y lo mejor
es que no necesitas trabajar presencialmente si no quieres o no puedes, pues también
es posible ofrecer las consultorías online.