Autor: Rosa Elizabeth Quintana
Publicado en: Gestión de capital humano, Relaciones interpersonales, Sociedad y Trabajo
Así como en las familias conviven personas de distintas generaciones, en los lugares de trabajo también sucede lo mismo.
Estas diferencias generacionales impactan en la comunicación, en la capacidad de integración en los grupos en el lugar de trabajo, a veces positivamente y otras no tanto.
Algunas veces estas interacciones son beneficiosas puesto que los de mayor edad actúan como mentores de los más nuevos y estos aportan técnicas y conocimientos actualizados.
Aunque cabe aclarar que estas complicaciones en las relaciones interpersonales no siempre se dan por diferencias generacionales en la empresa, también pueden obedecer a otras causas.
Si repasamos, los distintos nombres que aluden a las generaciones, por orden de aparición, en primer lugar está la generación baby boom, que es una expresión inglesa surgida tras la Segunda Guerra Mundial, para definir el período de tiempo con un extraordinario número de nacimientos que se dió entre 1946 y 1964.
En segundo lugar, la generación X, se debaten las fechas exactas que definen a esta generación, pero se suele considerar rangos como 1965-1980. (Personas que vivieron sus años de adolescencia en los años 1980 y principios de los años 1990).
Los miembros de la generación X no creen en las empresas, ni en sus promesas y desconfían de sus jefes. Sólo confían en sí mismos y enfatizan el auto-desarrollo. No toleran los tiempos de las organizaciones y aspiran a que éstas se muevan con sus tiempos.
En oposición a los Boomers, que “vivieron para trabajar”, los X “trabajan para vivir”. Ellos se niegan a pagar el alto costo de no dedicar tiempo a la familia ni a los amigos. Por lo tanto, frente a una propuesta laboral que pueda deteriorar este balance, buscan inmediatamente la compensación (¿cuánto hay?).
Los X son orientados a resultados y no los relacionan con el tiempo de permanencia en el trabajo. Para ellos, trabajar no es estar en la empresa sino lograr los objetivos. Por lo tanto, no toleran la “reunionitis” y la política corporativa, ya que las ven como una pérdida de tiempo privado.
Valoran a los jefes profesionales y que obtienen resultados. Aborrecen los contextos que marcan la distancia entre niveles jerárquicos y la burocracia.
Tienen terror al estancamiento. Así, buscan un “feedback” contínuo y valoran a los jefes con la capacidad de transmitir conocimientos y aconsejar.
Así, pequeñas y medianas empresas tienen más posibilidades de ofrecerles lo que buscan. Las grandes organizaciones, por su parte, corren en desventaja. Es la primera vez en la historia que esto ocurre.
Velocidad en los procesos, variedad, diversidad, buen clima, buenas relaciones, un ambiente informal, participación, celebración y buenos jefes son las variables que componen el contexto laboral perfecto para la Gen Y, una generación que plantea nuevas demandas a las habilidades de los jefes y no temen abandonar las organizaciones cuando algo no les parece bien.
Mientras las generaciones anteriores “aguantaban”, estos jóvenes hacen realidad el viejo dicho: “se unen a las organizaciones por el dinero y se van por los jefes”.
“Es una generación que demanda, como las anteriores, cuestiones tradicionales relativas al salario, carrera, crecimiento, etcétera, pero que requiere mucha más libertad, menos reglas, más flexibilidad. Sin embargo, esta mayor libertad también les genera más ansiedad, más angustia. Entonces, ese pedido de libertad también viene acompañado con una mayor exigencia a los jefes de contención, de ayuda, de coaching. Casi como en una relación paternal, más que de jefe-empleado”, precisa Pablo Maison, director de RR.HH. de Unilever, en “Generación Y“.
Con algunos matices diferentes, en nuestro país, podemos reconocer estas características.
Es evidente entonces, que si el administrador de personas tiene en cuenta estas diferencias, en cuanto a como piensan, en que creen, cuales son las necesidades, los miedos de las distintas generaciones, pueden lograr una mejor empatía con las personas, ejercer un liderazgo efectivo y trabajar en pos de lograr un buen clima laboral.
En su lugar de trabajo ¿Cuántas generaciones de personas existen?
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